viernes, 8 de noviembre de 2019

Una chica mas

No se que me paso aquel día pero me desperté diferente, me mire las manos y vi que eran mas pequeñas, tenia las uñas mas largas,me lleve las manos a la cara y me di cuenta que mi rostro era mas fina, era mas suave, mi nariz, mi piel, era diferente, algo a cambiado. Me di cuenta que mi pelo era muy largo y oscuro, al intentar hablar me di cuenta que mi voz era diferente, era mas fina y sobre todo femenina. Asustado me quite las sabanas y me di cuenta que tenia pechos, unos grandes y redondos pechos, me asuste y me levante de golpe esos pechos votaban sin cesar, me lleve mis manos a mi sexo y me di cuenta que no tenia pene que tenia vagina. Corrí hacia el servicio y descubrí que me había transformado en una chica, en una chica de tez oscura, una chica hispana y tenia bonitos pechos,
me los toque sorprendido, los apreté, los pellizque, mire a mis pequeños pies que casi no podía ver por mis pechos, acaricie mi ombligo y toque la vagina, no se lo que me paso pero me comencé a masturbar sin cesar, me tire al suelo y me masturbe sin cesar, apretando esos grandes pechos y disfrutando sin cesar de mi primera masturbación femenina. Después del impacto me metí en la ducha y sin pensarlo dos veces me volví a masturbar con el agua corriendo por mi cuerpo. A las horas quise salir a la calle y me puse mis pantalones del chándal que me iba muy grande, me puse la sudadera que me iba varias tallas mas grandes y me tape el rostro con la capucha, dejando que cayera el pelo largo, me puse las zapatillas de deporte y salí a la calle. Comencé a dar una vuelta y sentí que la gente me miraba al ver aquella persona con la ropa de tallas mas grandes y que no sabían que sexo era. En una terraza tomándose un café vi a unas amigas, Tamara y Carmen. Una chica rubia de pelo rizado y gafas, siempre vistiendo camisa y tejanos, cuerpo delgaducho. Carmen de pelo rojizo y de pocas curvas, casi ninguna. Estaban hablando y me acerque a ellas, ellas no sabían quien era pero comencé a contarles que era Raúl y que me había levantado como una mujer, me costo pero le conté cosas que solo yo sabia, al final me creyeron, pero no entendían mi cambio. Me vieron vestido de esa forma y decidieron que tenia que vestirme como una chica, a regaña dientes me llevaron a una tienda de ropa femenina y me dieron un modelito. Las dos chicas me miraron sorprendidas al ver como salia del probador. Una blusa con unos botones abiertos mostrando mi escote, una mini falda. Ellas sonrieron al verme vestida de aquella manera pero insistieron que me pusiera tacones pero a mi me daba miedo ya que me podría caer. Pero lo hice, me quede alucinando al mirarme al espejo de la tienda. Era una mujer preciosa. Las chicas me convencieron para salir de fiesta aquella noche. Me maquillaron y nos fuimos a una discoteca, no lo pasemos muy bien yo con ellas y mientras bailábamos, mientras tomamos copas se escucho la voz del pincha discos hablando de un concurso, ese concurso era de una operación de pechos, hacer que cualquier chica que le tocara le darían unas tallas mas de pecho. El sorteo comenzó y Tamara como Carmen deseaba que le tocaran, yo ni siquiera pensaba en ello, ya tenia una talla 90 y eran perfectas. Pero la mala suerte es que me toco, mire a las chicas y me obligaron a subir al escenario y las chicas que servían las copas me metieron tras una sabana, solo se veía mi silueta y me quitaron la blusa, el sujetador. En pantallas gigantes se vio como me ponía los implantes de silicona.

Al día siguiente me desperté como mi segundo día como mujer algo dolorida, me levante tambaleándome ya que mis pechos me pesaban. Me mire al espejo y vi que tenia el pecho vendado, me lo quite y vi que paso mi pecho de una talla 90 a 120, tas toque las pellizque y veía como esos enormes pechos asiliconados se movían, mas grandes y mas ganas de masturbarme. Me puse la ropa que me compraron mis amigas, pero era muy estrechas mis camisas, los pechos extremadamente apretadas. Salí a la calle moviendo aquellas enormes tetazas. Quede con mis amigas en la misma terraza donde les conté que me había transformado en mujer. Ellas quisieron y no pararon de tocarme las tetas por lo grande que era. Decidieron contra mi persona salir otra vez de fiesta, volvimos a la misma discotecas, bailamos y no paraban de moverse aquellos melones. Volvieron hacer otro consurso para una operación de labios y cruce los dedos para que no me tocara.

Al día siguiente al despertarme con esos melones y de regalo con unos labios muy hinchados, suspire ya que parecía un pato. Suspire y volví a salir a la calle siendo muy deseada por cualquier hombre, con ese cuerpo, con esos rasgo y quede con mis amigas en la misma terraza de siempre, me tome un refresco con una pajita y ellas hablaban de una sorpresa. Curiosa les pregunte y ellas dijeron que me había buscado una novia, sorprendida les pregunte donde la habían buscado, una pagina web de mujeres con cuerpazos y que eran lesbianas, pusieron una foto miá y rápidamente salio mas de una chica que le gustaba. De golpe me gire y vi una mujer de cuerpazo de infarto, de pelo corto y rubio, cuerpazo exuberante, tan operada como yo. La mujer dejo su bolso y mis amigas vieron que estaba lleno de consoladores, arneses con enorme penes de goma. La mujer me arranco la ropa y me tiro encima de la mesa, ella se desnudo y me abrió las piernas, comenzó a lamerme mi sexo, yo me moria de gusto.
Hicimos un 69 encima de la mesa y Carmen como Tamara que quitaron la ropa para ponerse esos arneses con consoladores, Carmen comenzó a penetrar el ano de la voluptuosa rubia y Tamara comenzó a penetrar mi coño. La rubia se puso un arnés con un consolador y me obligo a cabalgar sobre ella, Carmen se puso encima de la rubia dejando que le lamiera el sexo, Tamara me penetro el ano y fui penetrada doblemente.
Carmen me cogió fuertemente de las piernas y me penetro con su arnés con el consolador, todo votaba mis enormes pechos, mis carnes. Tamara hacia lo mismo con la rubia.
Me obligaron a poner el culo en pompa cuando me apoyaba encima de la mesa y la rubia me penetro analmente cogiéndome por las caderas, Tamara penetraba analmente a Carmen a mi lado. Me quede muerta de cansancio bañada en sudor y tirada en la mesa. La rubia voluptuosa me cogió entre sus manos y me llevo a su nidito de amor.....

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