miércoles, 20 de noviembre de 2019

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La daga corta cuerpos y la familia feliz
Cogí el disfraz de piel que se había convertido mi hermana, no pesaba mucho, el tacto era increíble ya que era como acariciarla, comencé a meter mi mano por el disfraz hasta llegar a la parte de su rostro y saque mi mano por los agujeros donde tendrían que estar sus ojos o sus dientes, lo mire extrañado, era una locura mi hermana era un disfraz.
Me puse la cabeza del disfraz y sentí como si fuera mi piel, mis ojos se volvieron del mismo color que los de ella y mi rostro se adaptó a la forma de la máscara, era ella, sentí como mi cuello se volvía fino y se afilaban mus cuerdas vocales, me mire a un viejo espejo que había en el sótano y vi que tenía el rostro de Emma:
-¿Pero?

La sexy Genio
Vela sabía perfectamente donde estaba rodando y por eso me fue a buscar, estaba muerta de miedo ya que me había fallado, con su ausencia mis chicas se habían despertado de su hechizo y se habían marchado otra vez para España. Sus gafitas en su rostro aniñado, su largo pelo que le llegaba hasta tapar su carnoso trasero enfundado con una apretada minifalda oscura, sus gigantescos pechos apretados con esa blusa blanca que mostraba su escote, con esa americana del mismo color que la mini falda. Con esos tacones que le elevaban solo un poquito más de su poca estatura, le convertían en una explosiva bomba sexual, una pequeña bomba sexual. Estaba nerviosa dando vueltas por el plato entre las cámaras, mientras que yo y mi compañera le hacíamos a una joven actriz un anal y vaginal.
Solo se escuchaban nuestros gemidos, éramos grandes actrices y parecía que después de haber follado sin cesar en tantas películas seguíamos disfrutando. Al terminar nuestra escena yo termine agotada y sonreí a ver a Vela, me dirigí a ella y le sonreí, portando ese arnés con una gran polla, ella me dio una toalla y forzó una sonrisa:
-Estas cansada Miracle??

Mil habitaciones, dimension sexual
Me frote mi brazo tatuado, era extraño pero jamás me habían gustado los tatuajes, pero este cuerpo se ve que era adicto a esas cosas, a ponerse pechos enormes y a cuidarse bastante, era toda una bomba sexual, solo esperaba que fuera tan intimidadora con mi amante y se dejaran amar para salir de esta dimensión de esta inmensa casa. Suspire bajando mi mirada y encontrándome estos grandes pechos apretados por mi bikini.
Escuche como alguien me llamaba, supe que era mi nombre porque me parecía muy familiar era mi nuevo nombre para este cuerpo.
-¡¡¡Moore!!!
Fui hacia dentro de la casa, extrañamente sabía por dónde tenía que ir, esa no era mi casa pero todo era tan familiar, esta dimensión me conocía perfectamente, hasta que abri una puerta y allí estaba mi nueva amante, una chica algo más alta que yo, con mi poca estatura parecía que estaba más carnosa, ella estaba fibrada, pechos operados como los míos, pelo oscuro como yo, un brazo lleno de tatuajes, solo vestía en ropa interior.
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