domingo, 3 de noviembre de 2019

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La daga corta cuerpos para una familia feliz
Soy Dave y volvía a casa de mis padres a pasar las vacaciones de verano, había pasado mucho tiempo fuera de casa en la universidad y tenía muchas ganas de pasar una temporada con ellos, con mi hermana pequeña Emma y mi hermano mayo Pedro, mi madre Ángela y mi padre Tobías. Quería desconectar un poco de los estudios ya que había sacado unas buenas notas y me merecía un largo descanso. Baje del tren con mis maletas y comencé a recorrer la estación, tenía ganas de verlos a todos. A lo lejos vi nuestro coche familiar, yo sonreí y salude. El coche se paró frente de mí y bajaron mis padres y mi hermana, mi padre me dio un fuerte abrazo y yo asentí con la cabeza. Mi madre me abrazo y me dio un beso, era increíble lo guapa que estaba con 40 años, con ese pelo castaño y esas curvas, mi madre era perfecta, podría pasar por una de veinte años. Mi hermana Emma me abrazo y sentí su cuerpo joven, con sus formas tentadoras de una chica de 18 años, que estaba aún en el instituto, todos estaban muy contentos de verme.
-Hola, tenía ganas de veros a todos....
Mi padre sonrió y metió mi maleta en el maletero:
-A hora te toca descansar, eres un chico de futuro..
El dia que cambio todo universalmente
tres de noviembre parece que una nave extraterrestre pasó muy cerca de la tierra y produjo todo aquello, un cambio universal en todo el mundo, eso significaba que todas las almas salieron de los cuerpos de sus propietarios y terminaron en los cuerpos equivocados. Fue una locura, una locura que duro 24 horas, al pasar ese tiempo todo el mundo volvió a su cuerpo menos tú, pero como pudo pasar.
Me sentía algo mareado y me desperté poco a poco, mire a mi alrededor extrañado, esa no era mi habitación, yo creía que estaba andando por el parque y cuando tuve ese extraño mareo que hizo que lo viera todo negro termine allí. Ese no era su cuarto, era todo tan extraño, era una gran habitación y me di cuenta que estaba tumbado en una cama de matrimonio. Me levante poco a poco de la cama y se me mire las manos, eran más pequeñas, eso era muy extraño, me toque la cara y tenía el rostro más suave, tenía el pelo más largo, no llegaba hasta mis hombros.

Las fabulosas aventuras de las chicas futa
Dian se quedó con la boca abierta al ver todo aquello, la chica de pelo rojizo, bastante rizado, rostro pecoso, cuerpo delgaducho y bastante alta, observaba como su casa se llenaba de gente, alguien había informado a todo el instituto que había una fiesta en su casa, el mismo fin de semana que su madre estaba fuera. Ella estaba asustada, no era popular y le costaría limpiar todo aquello. Se giró y miro a Meli su mejor amiga, de pelo castaño claro y bastante corto, cuerpo delgaducho, algo más baja que su amiga, ella estaba disfrutando con todo aquello, ella lo había organizado todo:
-¿Por qué Meli?
-No querías ser popular, pues lo seremos, ya sabes que no quiero ensuciar mi casa, la tuya es perfecta....
Dian suspiro y vieron como una de las chicas se acercaba a ellas con un vaso de cerveza entre las manos, las chicas las miraron y se rieron:
-Gracias lesbianas..
Dian suspiro y miro Meli:
-Esto llamas popularidad nos siguen tratando como si fuéramos lesbianas....

Princesa Eterna
cerro los dientes con fuerza, su sudor se resbalaba por su cuerpo, por sus grandes pechos, endureciendo sus pezones, se resbalaba por sus muslos, por su ombligo, por algunas partes de su cuerpo que ella no podía imaginar. Esa diablesa llamada Timbler le había arrancado su ropa, le había tumbado encima de un altar y le estaba penetrando sin cesar con su gran polla, la polla de esa diablesa de cuerpo de grandes pechos y muy maculosa, de pelo rojizo con cuernos tenía una gran polla llena de pequeños pinchos que arañaban las paredes vaginales de la chica quien violaba.
Nuestra pobre amiga sentía como su vejiga era golpeada por esa gigantesca polla, se llenaba de semen sin cesar.
La joven violada vio a su amiga, Selen tirada encima del altar como ella y como otra diablesa con un cuerpo similar a Timbler le violaba analmente, el cuerpo de su amiga era delgaducho y parecía que tenía 13 años, con muy pocas curvas, con el pelo oscuro y corto. Ella estaba inmóvil mientras que era penetrada, le tenía tan fuerte agarrada por las caderas que no se podía mover, se mordía los labios, no dejaba de llorar al sentir como desgarraban su culo.
Estaban en esa gran catedral en las catatumbas del castillo siendo violadas sin cesar y eso que hace unas horas habían llegado con otra idea un poco más relajadas y menos carnales.
Grace la chica de pelo castaño oscuro que le llegaba hasta los hombros, rostro aniñado y pecoso, de cuerpo perfecto, pechos enormes, cuerpo carnoso y creado para la tentación salía de la sesión de fotos, ella trabajaba en algunas revistas eróticas y por algunas fotos se ganaba un generoso sueldo. Se encontró con Selen que le estaba esperando fuera del estudio fotográfico, las chicas sonrieron y se dieron un par de besos, su amiga era algo más bajita que ella con un cuerpo de lolita.

De guerrero a diablesa
Cogí fuertemente mi espada para darle muerte aquella bestia del infierno, este es mi trabajo y era defender a los campesinos de estas bestias demoniacas venidas del infierno, que les arruinaba las cosechas. Yo soy un guerrero, de casi dos metros, cuerpo musculoso y de larga melena que viste una reluciente armadura y aquella bestia tiene una apariencia abominable, cuasi tres metros de altura, piel rojiza, gigantescas alas oscuras, sus pies eran pezuñas, tenía cientos de colmillos y hasta ese momento nuestro enfrentamiento en los campos de cultivo fue agotador. Le había clavado un par de veces mi gran espada y estaba bañado en su propia sangre. Cerré los dientes con fuerza y me lance contra él y le clave mi espada en el pecho. El monstruo cayó al suelo derrotado y yo al final había ganado. Los campesinos salieron de sus escondites y lo comenzaron a celebrar la muerte de ese demonio. Yo me quite mi caso y los observe, ellos querían que toda la fiesta estuviera centrada en mí.
El vino, la mejor comida y las chicas más guapas y jóvenes se acercaron a mí aquella noche. Cuando me dejaron a solas con una de las campesinas en mi habitación, pude acariciar esos grandes y perfectos pechos, esas caderas, esos muslos, ese coñito que comencé a penetrar sin cesar, ella abrazaba mi cuerpo musculoso y sentía como mi sudor caía sobre su cuerpo.
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