martes, 5 de noviembre de 2019

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Todo por una nueva vida

Richard y Steve llegaron a la puerta del hospital, los dos treintañeros se quedaron mirándose el uno al otro, estaban intentando entender lo que había pasado con su amigo Roberto, ellos sabían que él era un tío bastante divertido e impredecible, que pasara por el quirófano y no les avisara podría entrar en su forma de ser. De su amigo podrían creer lo que fuera ¿Pero por qué ese interés que ellos fueran a verle al hospital?
-Steve que narices quiere Roberto, hasta el día de hoy no sabía que se tenía que operar de nada.
-Bueno tío somos sus amigos si quiere que le ayudemos, hasta él quiere guardarse sus secretos.
Steve un chico no muy alto, pelo extremadamente largo y vestido de negro paso por la puerta del hospital y se llevó las manos en los bolsillos, no le gustaba nada el olor a lejía de aquellos sitios y desinfectante. Richard su amigo un chico pasado de kilos y medio calvo suspiro mirándole:
-¿Por qué no vamos a tomarnos un café? Los hospitales no me gustan nada.
Reloj Magico
Mercedes comenzó a tocar el reloj, John le miro extrañado sin saber cómo se lo podría quitar, el trago saliva y al escuchar un pitido proviniendo de lo que tenía en su muñeca, sintió como su cuerpo comenzó a cambiar. La chica dio un paso hacia atrás y vio como a su novio, le comenzaba a crecer el pelo, le comenzaba a cambiar el rostro volviéndose más femenino, como su cuerpo se volvía más pequeño, su ropa se volvía más amplia. Le crecían dos pequeños pechos y sus caderas crecían, se hinchaba el culo volviéndose respingón, como el paquete de su entre pierna desaparecía poco a poco.
-John te has transformado en una mujer ¿Por qué?
Las fabulosas aventuras de las chicas futa
Dian se despertó poco a poco y vio que ya nadie estaba en su casa, todo estaba por medio, latas, comida, era un pequeño desastre, la chica se levantó poco a poco y se sintió extraña, se tocó su entre pierna le dolía bastante. Se abrió los pantalones para saber lo que estaba pasando. Pudo ver que estaba creciendo algo en sus bragas, ella se asustó y se las bajo.
Pudo ver como entre sus piernas, donde tenía su coño nacía una gran polla, algo tan duro, algo tan grande como su entre brazo. Ella lo miro asustada ya que no podía creer que le hubiera crecido una polla, era una chica y eso era imposible. La miro con miedo y la comenzó a tocar, era extraño el tacto ya que nunca había tocado una. Sentía como latía en su mano, como estaba tan dura y caliente. Con miedo comenzó a bajar las pieles y subirla, se estaba masturbando y estaba sintiendo un extraño placer, no quería seguir, pero le estaba gustando. Se mordió el labio con mucho placer y al final se terminó corriendo. Una larga corrida que le dejo la mano llena de semen.
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