Aquí
hemos llegado, desde hace unos días me transforme en Miley Cyrus y aún estoy acostumbrándome
a su cuerpo, a sus curvas, pequeños pechos, culito respingón, sus caderas a su
belleza y aparte de eso a que me falten cosas de mi cuerpo masculino. También a
su voz, su forma de andar, su poco peso. A hora lo estoy pensando cuando es el
día de mi boda, una boda masiva, gigantesca imposible, pero más imposible es
que me transformara en Miley. Vestida de novia blanco con un velo que tapaba mi
rostro, un corsé que relazaba mis pechos, una larga falda que tenia una raja
por donde sobre salía una de mis piernas con una media blanca con un lacito
rosita. Mi novio o mejor mis novias eran todos mis personajes de mis historias
tg, todas mis chicas vestidas con trajes masculinos de boda, algunas le
quedaban apretado y sensuales y a otras muy formal. Me casaba con las
protagonistas de cambiar y volver a cambiar, sexopia, aquellas tres chicas
perfectas entre otras más de doscientas protagonistas de mis historias, solo me
casaba con los chicos que se habían transformado en chicas en mis historias,
era algo que les debía. Me casaba como Kaley Cucco, con Ellen Page, Pink,
Selena Gómez con otras actrices que no recordaba sus nombres, había entre ellas
también un clon mío Miley Cyrus que había usado en la maquina de intercambio.
Las
invitadas eran las secundarias de estas historias que estaban emocionadas al
ver como me casaba con todas ellas, yo les había creado y también les había
hecho vivir miles de aventuras junto a mis mujeres.
Con
el manojo de flores entre mis finas manos suspiraba al pensar como seria tras
decir “Si” Comenzar a besar a todas o como seria pasar por habitación y
habitación de cada una para tener la intimidad de la cama y el sexo de nuestra
luna de miel. Al menos descansaría un poco con cada una y eso creía en la
playa, piscina o montaña donde hubieran deseado que pasáramos ese día tan
especial.
Llegaron
las temidas preguntas “Tu Miley ¿Quieres a tus personajes?” Yo asentí con la
cabeza y lancé un largo suspiro, un “Si” Todo comenzaría a cambiar para mí y
para ella, una mujer para ellas, una esposa para siempre para cada una de
ellas.
-Si
quiero.
Poco
a poco cada una de ellas comenzó a decir que sí, yo las había creado cada una
de ellas y les había dado un cuerpo y a hora seria su esposa fiel, siempre con
ellas, siempre a su lado.
Después
de la ronda de aprobación de cada una de ellas, me pare frente a mis chicas y
una a una me fueron besando comencé a sentir su calor, sus labios contra los míos
sentían como me amaban cada una de mis chicas.
Al
salir de la iglesia yo me puse a la derecha y todas ellas a la izquierda, yo
forcé una sonrisa intentando tapar mi emoción, saludábamos a todo el mundo, a
los secundarios de mis historias y desde felicitación a lanzamiento de arroz,
fue tan bonito para mí.
En
vez de un coche nos recogió un autobús, para mis esposas y para mí era el único
método de transporte que podíamos usar para movernos. Nuestro sitio de reunión
seria un gran restaurante donde bailaría con ellas y tendría un banquete tan
enorme que seguro que delgado cuerpo ganaba un par de kilos, que perdería en mi
maratoniana luna de miel.
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